8/2/10

Mejor precio y calidad

Álvaro (19:30 horas, -6ºC)

Reconozco que antes de venir a Helsinki solamente había entrado en un LIDL dos o tres veces en mi vida. El hecho de ser fiel cliente de Mercadona (qué pena cuando quitaron el de Hilarión Eslava), algunas incursiones esporádicas en Piedra o Caprabo y un calvo con menos credibilidad que la Patiño tenían la culpa.

Sin embargo, con eso de que nos dan menos de 200€ de beca al mes (todavía no sabemos exactamente cuánto) y que la vida en Helsinki no está muy barata, no nos ha quedado más remedio que fiarnos de lo de "mejor precio y calidad".

Así que prácticamente cada sábado o domingo (sí, abren los domingos hasta las diez de la noche), acudimos al LIDL que hay en Kamppi cargados con nuestras mochilas para no tener que pagar las bolsas de plástico.

Y si tenemos suerte y alguien se ha olvidado alguna lata de cerveza en nuestra habitación, nos sacamos un dinerillo metiéndola en una máquina que hay al lado de la puerta y que te da 0,15€ por cada una.

Después empezamos nuestro recorrido habitual: pan de molde, fruta, salchichas y jamón de york en el primer pasillo; taco de queso emmental, pure de patatas y pasta al fondo; y leche (ya no la confundimos con el yogur) y huevos a la izquierda.

Entre medias, visita obligada a la estantería de ofertas en la que te puedes encontrar desde calzoncillos hasta una aspiradora. Esta vez había un "ultrasonic distance meter" por 16,99€... Me lo estuve pensando pero al final no me lo compré, me daba mal rollo lo de ultrasonic. Eso sí, prometo que antes de que acabe el Erasmus ¡me compro algo en ese pasillo!

Lo que sí nos llevamos siempre es un par de paquetes de pechuga en salsa y entre seis y diez yogures "Big Duo". El pollo no tiene muy buena pinta (nos costó un par de compras decidirnos a probarla) pero la salsita está bastante rica y con arroz se deja comer.

Los yogures deben tener algo adictivo. En Pohjoinen Rautatiekatu 29 una cena sin esta especie de Corn Flakes de chocolate con yogur es como un lunes sin La Hora de José Mota (que ha sustituido al Doctor Mateo en nuestra programación): inconcebible.

También tengo que reconocer que tengo un pequeño problema con las American Cookies. Una especie de Chips Ahoy pero mil veces más ricas. Ya no las cogemos en la compra semanal porque se nos acaban en menos de un día, pero de vez en cuando no me resisto y me doy una merienda-homenaje.

Pero bueno me lo puedo permitir, que seguimos con nuestra apretada agenda deportiva (ahora incluso con volleybal y snow rugby). De hecho, el viernes empezamos otra liga de fútbol sala con el Melting Pot y ganamos 4-1 en lo que significó nuestra primera victoria en una competición bajo techo. David marcó un gol a lo Eto'o y yo cumplí como portero suplente ante la ausencia de nuestro alemán de dos metros. A ver si seguimos así.

¡Besos y abrazos!